Las obras actuales de Ramiro Sacco han devenido en instalaciones, que tienen la virtud de no perder su carácter ni su raíz pictórica. La obra ya no cuelga, se apoya en la pared; con ese mínimo recurso adquiere una fuerza expresiva singular, incorpora (arriba) y a la vez, avanza (abajo) sobre el espacio. Altera así la rigidez de la mirada frontal, permite al espectador flexibilizar su mirada y, como también correlaciona la representación en la tela, con la presentación de elementos reales en el piso (tierra, madera, por ejemplo), la obra emerge contundentemente en su singularidad formal.
Ramiro Sacco es un pintor de una sutileza notable, no en vano es también poeta. Sus imágenes agregan a la virtud de los hallazgos cromáticos, la elocuencia del silencio que palpita en sus obras;
en estas imágenes todo calla, por eso es tan profundamente metafísico, lo que dicen.
Horacio Safons
Presidente Honorario de la Asociación Argentina de Críticos de Arte
De “Tierra sin mal”, muestra individual en el Museo Ciudad de San Fernando, 2013.