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Máquinas de producir niebla

«…como hombre cargado de estrellas y de los propios animales, que no cesa de empalmar
una máquina-órgano a una máquina-energía, un árbol en su cuerpo,
un seno en la boca, el sol en el culo: eterno encargado de las máquinas del universo.»
Deleuze – Guattari, El Andi-Edipo, capitalismo y esquizofrenia

“Máquina de producir niebla” es una alusión a la relación entre hombre y técnica, entre naturaleza y máquina. Una problemática que apela a la crítica, al devenir y a la poética del hombre para afrontar la maquinaria de sus invenciones. En torno a las referencias biogenéticas, lo que sigue siendo “demasiado humano” es la apuesta por la pintura. No es tanto por lo pictórico que hacemos referencia a la renovación de la pintura, sino por los soportes, por el sincretismo entre técnica y poética.

“Máquina de producir niebla” es también una metáfora sobre la información, sobre la entropía. Lo que prolifera en las interpretaciones acaso es más bien la niebla de la imagen, máquina de mirar o de la mirada en la niebla. Niebla que somos. RS

«Y una pregunta dirigida al lienzo
Mientras los camiones aprenden a andar lentamente
pesados
detrás de los restos de armaduras de sus ventiladores:
!Alguien vio el mar o sólo el meollo azul de un niño?”
Siempre la nuca aquí y el rostro allá en la nave!»
Héctor Viel Temperley, Legión extranjera (fragmento)